Hasta que por fin alguien pudo parar la llamativa carrera del Barcelona. El Inter se plantó con un esquema defensivo que le valió su paso a la final. Hay que destacar que los de Mourinho demostraron cómo debe defender un equipo y a pesar de contar con un jugador menos gran parte del partido, pudieron anular a los locales.
Con un Messi anulado, el Barcelona se vio cabizbajo y con pocas ideas. El gol de Piqué sólo vino a dar una alegría al constante ataque azulgrana, pero que no le alcanzó para pasar a la siguiente ronda. El Inter fue mejor en los 180 minutos y penoso el espectáculo que dieron los españoles, que accionaron las regaderas del pasto, justo donde celebraban los "italianos".
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